Vistas de página en total

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Exportando desvergüenza


125.000 kg., de tomates se han despilfarrado este año en la fiesta de la tomatina, una fiesta que incluso está patrocinada por el propio Ayuntamiento y los tomates cultivados con ayudas y subvenciones para el campo.

El pueblo valenciano Buñol ha conseguido (desde hace años) una triste notoriedad por hacer un festejo donde el despilfarro del alimento es el protagonista. Hace ya la friolera de unos 64años aproximadamente que unos cuantos chicos del pueblo empezaron a tirarse tomates, en un principio no hizo gracia tamaña gamberrada y estuvo prohibida por el Ayuntamiento, paradójicamente con el paso de los años es el propio Ayuntamiento el que patrocina semejante ¿evento?, parece ser que este despropósito trae dinero a sus arcas y claro ante el dinero, que más da que se desperdicien 125.000 kg. de tomates, total es solo ALIMENTO.

Encima como los medios de comunicación de manera cómplice se hacen eco de esta lamentable noticia, resulta que exportamos esta desvergüenza a otros países, según he leído en la prensa en un pueblo de Texas han hecho una “tomatina”, eso si, dicen que con fines solidarios, ¿no será más solidario repartir esos tomates de manera gratuita entre las personas que no los pueden comprar?., es una sugerencia.

El que en el mundo existan millones de personas que mueren de desnutrición, de hambre y de sed no parece importar ni al Ayuntamiento de Buñol, ni a los participantes en tamaña aberración, es como un insulto a esas personas que carecen de todo alimento.

Esto no termina aquí, vamos a sumar ahora la de miles de litros de agua que se desperdician en limpiar a estos personajes y sus calles, ¡ no pasa nada, si nos sobra el agua!!!, para los que leáis esto y no seáis de mi país os diré que Buñol pertenece a Valencia y precisamente no andan sobrados de ese bien tan escaso en esta región española.

Para terminar la denuncia de semejante aberración, cuando los ganaderos están en desacuerdo con los precios de sus productos, los tiran, los destruyen, ya sea leche, patatas, fresas, coles u otros alimentos. Eso si, esta práctica no es solamente nuestra, desgraciadamente no estamos solos, es una medida habitual en las economías de los países de nuestro entorno, no hace falta que lo exportemos.

Snow

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lectores del blog de Nieves