Vistas de página en total

jueves, 9 de septiembre de 2010

GENERACION DESUBICADA


Tengo la impresión de que pertenezco a una generación que ha llegado tarde o demasiado pronto a los cambios, a los repartos.

Una generación que paga con sus impuestos las pensiones de los ancianos, el paro, ayudas de alquiles para los jóvenes y otras ayudas sociales.

Hacerse mayor es complicado, sobretodo lo que denominamos la edad madura.

Cuando no se es lo suficiente joven para que te lo consideren, ni lo suficiente viejo para estar jubilado.

Cuando un adolescente, piensa en su cerrada mente (es la época de etiquetar) que eres un “carca” y no te enteras de nada y que eres un ser, obsoleto y retrógrado.

Cuando eres mayor para recibir ayudas del Estado dirigidas a la juventud, pero demasiado joven para percibir ayudas de las que solo se puede beneficiar la llamada “tercera edad”.

Cuando en el mundo laboral, unos te consideran viejo para trabajar y te despiden sin ningún miramiento pensando “éste ya es un trasto viejo”, pero el Estado no te jubila porque te sigue considerando joven.

Eso si, sigues siendo lo suficiente y estupendamente joven para pagar, tanto para mantener y proteger a la juventud, como para hacer que la vida transcurra placidamente para los viejos.

Y la vida sigue transcurriendo minuto a minuto, día a día…etc…

Uno ve la misma cara de siempre frente al espejo, la misma que se refleja a diario, si bien es cierto que de vez en cuando, aparece como por ensalmo una arruga nueva, un rictus más marcado y además a esto se une que el despiadado calendario te va recordando que has cumplido un año más.

Sin embargo, lo que no percibe uno mismo o bien con la misma intensidad, lo perciben los demás, es decir, ellos ven como envejece el individuo que tienen enfrente.

Decía que es complicado, porque del mismo modo que no se ven diariamente los cambios que se operan físicamente en el rostro o en el cuerpo, tampoco se nota ningún cambio en el interior, en la personalidad y sin embargo los hay, aunque uno crea que sigue siendo el mismo que era años atrás.

Se adquiere más madurez y por supuesto se evoluciona.

Uno mismo sigue sin notarlo: Le gusta la música, es más, no se ha quedado anclado en el pasado, le siguen gustando cantantes o grupos recién salidos del horno y va a sus conciertos y grita y salta como el que más, le entusiasma bailar, salir a cenar con los amigos, tomar copas, sigue teniendo pasiones confesables e inconfesables, en fin, piensa que sigue siendo la misma persona que era.

No obstante en la distancia, cuando uno mismo se toma un poco de tiempo para analizarse o estudiarse con detenimiento, sí que ve esos cambios, sí que nota que ya no es la misma persona y no solo físicamente hablando, sino en su comportamiento y manera de proceder en la vida.

Ya ve esa madurez, ya ve esa evolución.

Y en lugar de sentirse defraudado, toma conciencia de todo lo contrario, se descubre gustándose…bueno si, se nota más decrépito en lo físico, pero ahora se toma licencias que ni hubiese soñado tomarme siendo más joven.

Normalmente dice lo que piensa, pero con más sabiduría para no ofender, si de eso se trata, de no ofender, porque si lo que busca es el efecto contrario, también lo puede hacer con la misma facilidad y quedarse estupendamente.

Selecciona y elige mejor a los nuevos amigos.

Se procura una vida más plácida y un entorno más cómodo, así es que empieza “a pasar” de personas y cosas que no le aporten o garanticen ese sosiego tan buscado y anhelado y ¿por qué no?... tan merecido.

Y es que el pertenecer a esta GENERACION DESUBICADA, tiene desventajas como ya he enumerado anteriormente, pero también te ofrece una de las ventajas más grandes de la vida, el conocimiento, te conoces a ti mismo y conoces mejor al resto de la humanidad.

Así es que amigo lector, si perteneces a esta GENERACION DESUBICADA, pierde este sentimiento de estar o sentirte desubicado, porque la vida todavía te depara muchas, pero que muchas sorpresas y gratas, muy gratas.

UBICATE que ya es tiempo, yo estoy en ello.

N. Angulo

1 comentario:

  1. Pues en eso andamos también. Es como ir acumulando muebles hasta que te das cuenta que tienes el salón demasiado lleno y necesitas vaciarlo. :)

    ResponderEliminar

Lectores del blog de Nieves