Vistas de página en total

domingo, 29 de marzo de 2009

Tal como somos


Tenemos un gran defecto en este país, se llama soberbia, por supuesto estoy generalizando, siempre hay excepciones (afortunadamente).
Hay otro defecto más que es la de aparentar o vivir de cara al exterior por encima de nuestras posibilidades.
Ahí van unos cuantos ejemplos.
  • Vamos a un restaurante un grupo a cenar y pedimos comida como si fuésemos a invitar a todo el comedor, por supuesto sobra y cenamos a reventar. No pasa nada, pagamos alegremente lo que corresponda y nos vamos a seguir la juerga.
¿Qué hacen en otros países de Europa y del otro lado del charco, que además tienen un nivel de vida más alto que el nuestro, mejores sueldos etc?, pues sin avergonzarse de nada ni hacer o tener aspavientos, el camarero sale de la cocina con un recipiente bien cerrado con "las sobras". Normalmente esa comida se la suele llevar el amigo que vive solo, que come fuera de casa o anda más ajustadillo de dinero, feliz porque al día siguiente o al otro, con solo meter el envase en el microondas se toma una comida en casa y sin tener que cocinar, que guay.
  • La parte del vino, tres cuartas de lo mismo, .-¿pedimos otra botellita?- y ¡hala! otra botellita, sobra vino, más de media botella, no pasa nada, pagamos alegremente y nos vamos, ¡ah y dejamos propina!!.
En otros países con más dinero y menos soberbia, el camarero sale con una bolsa e introduce allí la botella de vino, la deja en el centro de la mesa y entre risas, los amigos sortean la botella para ver quién se la lleva a casa. Aquí en este nuestro país, parece que nos sobra el dinero, si a algún amigo se le ocurre pedir la comida sobrante, menudo caos, no suenan alarmas pero lo parece, automáticamente todos te miran, el camarero te dice que no tienen ningún recipiente, que no es costumbre del restaurante y te mira como si tuvieses la peste, con el vino pasa igual, -¡ por favor!, ¿me trae el tapón de la botella que me la llevo?.- Lo siento pero está en la basura... El fin de ese vino, es que algún camarero avispado se lo llevará a casa o bien si el restaurante tiene barra de bar se lo servirán al primer cliente que pida un vino.
Yo, por mi parte, estoy intentando desde hace tiempo educar a mis amigos, poco a poco, ya he logrado que en un Hindú nos diesen el recipiente con la comida sobrante y de uno o dos restaurantes nos hemos llevado el vino.
Si al leer esto, te sientes identificado, vamos por buen camino, no es tarde para que empieces a practicar y convencer a tus amigos o compañeros de mesa. Si por el contrario, cuando has leído esto, la cara se te ha quedado como si te hubieses tragado un limón, no tienes arreglo y nunca, pero nunca, me iré contigo a un restaurante no sea que te dé una lipotimia.
Snow

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lectores del blog de Nieves