El y yo nos conocimos cuando el dictador daba los últimos coletazos.
El y yo nos enamoramos con un beso muy tierno e intenso que nos dimos en el metro de Madrid.
El y yo nunca quisimos ataduras, siempre hemos dejado las puertas abiertas para cuando el amor se acabe, simplemente las abras y te vayas.
El y yo no creemos en los papeles, pero aún así, después de cinco años de convivencia nos casamos por el juzgado cuando todavía no existían salas de bodas, nuestra unión fue una de las primeras que se realizó es este país, ya han pasado unos cuantos años jajaja.
El y yo somos distintos, el para mi un roble, yo para él un bambú, pero nos acoplamos a la perfección.
El y yo decidimos no tener hijos, siempre nos pareció una responsabilidad que no estábamos dispuestos a asumir y podemos decir que nunca nos hemos arrepentido de dicha decisión, lo que no se conoce no se echa de menos.
El y yo no somos nómadas, pero aún así hemos viajado y hemos vivido en distintos sitios y destinos, vamos por la novena mudanza, pero siempre él y yo.
El y yo ya no nos despertamos en la noche para hacer el amor apasionadamente, pero cuando uno de los dos se mueve en la cama o tiene pesadillas el otro le abraza y le sosiega, ahora hacemos el amor más pausadamente, más sabiamente pero no nos despertamos en la noche, tenemos todo el día, todos los días y todos los rincones.
El y yo seguimos juntos en este "tiovivo" que es la vida porque queremos.
El y yo respetamos nuestro espacio y nuestra independencia no podría ser de otra manera no queremos que sea de otra manera.
El y yo no estamos de acuerdo al 100 por 100 en todo lo que concierne a nuestra vida, pero lo hablamos lo discutimos y pactamos.
El y yo somos cómplices, cuando nadie sabe, nosotros sabemos, nos miramos y nos reímos.
El dice que si yo me muero antes, conservará mis ojos y mis tetas en formol para mirar y comtemplar.
Yo digo que no me quiero ir después, no quiero ver ni conservar nada de él en formol, por eso, egoistamente me quiero ir antes y que sea él el que conserve mis ojos y tetas en formol y esparza o conserve mis cenizas.
El y yo somos nosotros.
N. Angulo
El y yo nos enamoramos con un beso muy tierno e intenso que nos dimos en el metro de Madrid.
El y yo nunca quisimos ataduras, siempre hemos dejado las puertas abiertas para cuando el amor se acabe, simplemente las abras y te vayas.
El y yo no creemos en los papeles, pero aún así, después de cinco años de convivencia nos casamos por el juzgado cuando todavía no existían salas de bodas, nuestra unión fue una de las primeras que se realizó es este país, ya han pasado unos cuantos años jajaja.
El y yo somos distintos, el para mi un roble, yo para él un bambú, pero nos acoplamos a la perfección.
El y yo decidimos no tener hijos, siempre nos pareció una responsabilidad que no estábamos dispuestos a asumir y podemos decir que nunca nos hemos arrepentido de dicha decisión, lo que no se conoce no se echa de menos.
El y yo no somos nómadas, pero aún así hemos viajado y hemos vivido en distintos sitios y destinos, vamos por la novena mudanza, pero siempre él y yo.
El y yo ya no nos despertamos en la noche para hacer el amor apasionadamente, pero cuando uno de los dos se mueve en la cama o tiene pesadillas el otro le abraza y le sosiega, ahora hacemos el amor más pausadamente, más sabiamente pero no nos despertamos en la noche, tenemos todo el día, todos los días y todos los rincones.
El y yo seguimos juntos en este "tiovivo" que es la vida porque queremos.
El y yo respetamos nuestro espacio y nuestra independencia no podría ser de otra manera no queremos que sea de otra manera.
El y yo no estamos de acuerdo al 100 por 100 en todo lo que concierne a nuestra vida, pero lo hablamos lo discutimos y pactamos.
El y yo somos cómplices, cuando nadie sabe, nosotros sabemos, nos miramos y nos reímos.
El dice que si yo me muero antes, conservará mis ojos y mis tetas en formol para mirar y comtemplar.
Yo digo que no me quiero ir después, no quiero ver ni conservar nada de él en formol, por eso, egoistamente me quiero ir antes y que sea él el que conserve mis ojos y tetas en formol y esparza o conserve mis cenizas.
El y yo somos nosotros.
N. Angulo
Auténtica declaración del verdadero amor...sin palabras! un besazo TK
ResponderEliminarNo hay amor mas verdadero que el que da libretad y siempre se vuelve. No es amor la persona que egoistamente te quiere solo para si
ResponderEliminar¡QUÉ BONITO!
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