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martes, 17 de agosto de 2010

CALLE TABLADA III



Esa noche no pude dormir, más o menos sospechaba quién se había comido el roscón de reyes, me dio una llantina del copón, mis ilusiones por los suelos. Angel pudo dormir, tiene la suerte que duerme hasta de pie, textual.


Con los ojos como los de los búhos, oí la llave de la puerta a las cinco de la mañana más o menos y me levanté para increpar a Ad…, el desgraciado reconoció que había sido él, que tenía hambre y que ignoraba lo de la sorpresa, todo esto me lo iba diciendo dirigiéndose a su habitación a dormir, le agarré por el brazo y le mandé a la calle a comprar otro roscón, por supuesto a esas horas no estaba abierta ninguna pastelería, pero le dije que iba a ponerme el despertador a las nueve de la mañana y le iba a llamar para que fuese a buscar el dichoso roscón antes de que Angel se levantase, así lo hice.


Este tío fue el que peor me cayó de todos los compañeros que pasaron por el piso y creo que tenía motivos sobrados, era egoísta y no sabía de convivencias, como ya dije, al tener el horario cambiado se ponía a practicar "sus artes marciales" a las cinco de la madrugada y despertaba al resto de la casa, me hubiese gustado ser vengativa, me quedé con ganas más de una vez de poner el despertador con música a toda leche y despertarle a las 7 o las 8 de la mañana, cuando estuviese en el primer sueño, según los expertos es cuando más jode que te molesten, pero hasta para ser vengativa hay que valer y yo... pues es que no...no me da por ahí.


Nos subieron el alquiler y como solo éramos tres, T...Ad...y yo, vinieron otras tres personas más al piso, la novia de Ad …, con la que estudié estheticienne. Nos titulamos a la vez, la verdad es que del arte no podía vivir y estaba en el paro, así es que como empezó el boom de las esteticistas pues ahí fui yo, pero me estoy desviando del tema de mudanzas que es lo que nos ocupa. Con la novia de Ad… vinieron también M…y su novia P…,.


M…era un chico de un pueblo pequeño de Toledo, creo, tenía una planta envidiable y era muy educado, su novia P…que luego me enteré que no eran novios sino que ella pasaba por allí y compartió piso jajajaja era todo lo contrario, más vulgar que pegar los mocos en el sofá, era maña y para comer hacía como contaba Gila en un chiste, todo lo que veía por ahí lo usaba para hacer albóndigas, bueno eso y otras exquisiteces, ¡que asco! ella iba adelgazando por días, (no me extraña), se alimentaba mal y no llevaba un horario fijo, apostaría que había días en que no comía.


T…conoció a Au…y estuvo también compartiendo el piso una temporada con nosotros, también venía a vernos la hermana de Au…con S…su novio y a veces se quedaba a dormir, después de una de nuestras timbas de póker.


Con S… ocurrió una cosa muy extraña, un jueves se marchó a buscar a su novia a un pueblo de Alicante, se habían enfadado y el fue para darla una sorpresa y hacer las paces.


El lunes siguiente llegaron a casa por la tarde T…Au… y su hermana y les pregunté por S…me dijeron que no le habían visto y yo les dije que él se había ido el jueves a buscarles al pueblo, como no había todavía teléfonos móviles estuvieron llamando a casa de S… y su familia no sabía nada de él, nos empezamos a preocupar bastante, tampoco había ido a trabajar.


El miércoles por la noche cuando llegué a casa después de estudiar, me encontré a T…muy pálido y me dijo que S…estaba descansando en su cama y me empezó a contar esta historia rocambolesca.


Ese mismo día por la mañana vinieron dos policías con S…a casa y contaron a T… que encontraron a S…en la M-30 bastante desorientado, tirando cosas a los coches y diciendo que oía timbres, le llevaron al Hostital de la Paz y allí le hicieron varias pruebas, le enviaron a casa a descansar, pero con una nueva cita para psiquiatría de urgencias al día siguiente, de vez en cuando se despertaba y nos preguntaba si no oíamos los timbres, los teléfonos, lo que él escuchaba era el sonido de timbres de teléfono.


T… pidió permiso en el trabajo y le llevó de nuevo a la Paz, le hicieron pruebas de drogas, neurológicas y no sé cuantas cosas más.


S… salió limpio y airoso de pruebas de drogas, no había consumido nada de nada, pero él seguía oyendo timbres y se tapaba los oídos. No recordaba nada desde el jueves, o sea que llevaba casi una semana en blanco, entre otras pruebas le mandaron desmontar aparatos eléctricos y electrónicos, los desmontaba y los volvía a montar haciéndolos funcionar de maravilla. He de decir que S… era un chico bastante primario, no sé si terminó siquiera secundaria.


Los médicos le mandaron a casa con su familia después de tres días en la Paz y no le encontraron nada de nada, ni físico ni psíquico, pero durante un tiempo S… fue otra persona. Cuando venía a casa a hacernos una visita, le dábamos transistores para que los desmontase y él así lo hacía, los montaba de nuevo y funcionaban, no tenía ni idea de electrónica, también nos arregló un enchufe de la cocina que fallaba, ni que decir tiene que tampoco sabía nada de electricidad. Empezó a leer y cultivarse, lo último que supe de S... es que se puso a estudiar, poco a poco dejó de oír los timbres pero si no recuerdo mal, tomaba una medicación y tenía que ir con periodicidad al psiquiatra.



Nunca supimos qué le pasó ni he vuelto a saber de S… espero que le vaya bien, por supuesto quedan abiertas las especulaciones, yo, en esos años ya hice las mías.


N. Angulo

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