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lunes, 18 de enero de 2010
CONCLUSIONES
Empezaré diciendo que no necesito nada de nada para mi fondo de armario, por suerte tengo ropa más que suficiente y como se da la circunstancia que estoy perdiendo peso, tampoco quiero comprar más hasta no alcanzar el figurín que quiero.
Añadiré no obstante que soy compradora en los meses de rebajas, durante el año pongo la vista en algo y como no me urge, aprovecho sus ventajas para adquirir aquello que me gustó, sobretodo zapatos y bolsos, que son mi perdición, es además la manera de comprobar que realmente esas rebajas existen, que no son un camelo.
Un día, en temporada de rebajas de invierno, dando un paseo con Angel veo un cartel enorme de “OPORTUNIDADES”, en un local anexo de una conocida cadena de grandes almacenes.
Medio en broma, medio en serio y un poco por hacer tiempo hasta que abriesen una galería de arte para ver una exposición que nos interesaba, entramos, o más bien diría nos adentramos.
En mi vida he visto tan mal gusto reunido por metro cuadrado, mirases por donde mirases solo veías horror, ya sé, ya sé que estaréis pensando, “para gustos, colores”, desde luego tenéis razón, yo pienso igual y soy consciente de que aquello que a mí me gusta, a otro le puede parecer un espanto, pero hablamos de horror, HORROR. Estampados imposibles, combinación de colores que ni Agatha Ruíz de la Prada osaría unir.
Observé personas muy mayores y también a jóvenes que pasaban de largo ante los percheros o hacían muecas de desagrado, lo mismo hacían los “guiris” de distintos países y continentes, por lo tanto me dí cuenta que no era yo la única a la que asustaba lo que veía.
No queda ahí la cosa, ya por curiosidad estuve mirando las etiquetas y en un alto porcentaje ponía Made in China o Taiwan, es decir, para mi sorpresa, unos grandes almacenes donde una y otra vez te instan para que no compres productos o prendas textiles de esos países, porque según dicen no hay punto de comparación en cuanto a calidades y materiales, llenan un local de prendas imposibles y fabricadas allí.
Hace años que los comercios, sobretodo de ropa, en épocas de rebajas te ofertaban cosas que vete tú a saber de dónde demonios salían o quién las hacía, pero creía sinceramente que eso ya había pasado a la historia después de tantas denuncias por parte de los consumidores, veo que la crisis ha hecho estragos y vuelven los tiempos de engaños y timos ¿o no han desaparecido nunca?
Haciendo cavilaciones y hablando con Angel de este tema, me vino a la memoria un reportaje que vi hace un tiempo por televisión sobre las falsificaciones de las grandes firmas y el daño que ello les ocasionaba sobretodo en marroquinería; en dicho reportaje contaban que todo se fabricaba en el mismo sitio, en los mismos países, con los mismos materiales, la diferencia estribaba en que al salir de las fábricas unas mercancías iban a unos camiones con rótulos de grandes firmas y otras hacia vehículos sin ninguna identificación especialmente reconocible.
Una vez la mercancía llegaba a tal o cual firma, en sus pequeñas fábricas o instalaciones (no necesitaban grandes superficies), se ponían los logotipos de dichas firmas o algún que otro detalle, eso en síntesis era o es lo que encarece el producto.
Cuento un poco esto para hablar de hasta dónde llega la estupidez humana.
Somos capaces de pagar muchísimo más por lo mismo en los meses que no hay rebajas y además hacer propaganda de tal o cual marca sin que nos paguen por ello, de manera gratuita. ¿Cómo es posible que un producto me cueste en los meses de rebajas hasta un 70% más barato que el resto del año? Me refiero por supuesto a rebajas en condiciones, reales.
Siempre he pensado que cada uno haga con su dinero lo que quiera, al fin y al cabo de lo suyo gasta.
Conclusiones: Yo, la abajo firmante, seguiré comprando en las rebajas, seguiré sin llevar marcas de grandes firmas y en caso de que reciba un regalo de alguna prenda de diseño seguiré quitando las etiquetas.
Que hagan propaganda las/los modelos que para eso les pagan.
Snow
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Los procedimientos del marketing de masas tienen que provocar, sí o sí, el consumo por encima de todo, es la base de nuestro sistema. Ahí está cada uno con sus cadaunadas para tragarse todo, parte o nada del señuelo consumista que nos preparan en cada momento: Rebajas, fiestas, modas de temporada, y un larguisimo etc..
ResponderEliminarAsí que estás rebajando tallas... compartiremos ropaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarbss