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jueves, 14 de enero de 2010

ORACIONES



Observo que cuando ocurren desgracias en el mundo como la ocurrida en Haiti, los creyentes elevan más oraciones a su dios o dioses, lanzan sus preces incansablemente, te instan a que tú hagas lo mismo, que reces u ores por estas gentes y sus desgracias infinitas.


Siento tocar en este post un tema tan espinoso como el de la religión, cualquiera, no me voy a referir a ninguna en particular.


¿No os habéis dado cuenta en todos los años de vuestra vida que ese dios al que rezáis, al que rogáis, no os hace ni puñetero caso?


Los países que eran pobres lo siguen siendo, como Haiti, pero por si esto fuera poco sufren todo tipo de calamidades, inundaciones, hambruna, delincuencia (sobre todo por parte de sus líderes políticos), guerras provocadas y un largo etc…


El dios al que rezáis, llamadle como queráis, al fin y al cabo todos son deidades, si existe, debe estar muy entretenido en otras cosas porque hace oídos sordos a vuestros ruegos.


Por otro lado los creyentes sois bastante selectivos, si os ocurre algo bueno en la vida, decís que ha sido gracias a vuestro dios que en su infinita bondad os ha querido honrar con ese regalo, si por el contrario, algo va mal, el mundo, vuestra vida etc…decís que vuestro dios no tiene la culpa, que él no entra en esas cosas, que eso es cosa de los hombres.


Por nacimiento crecí en el catolicismo, realmente me duró poco porque a la edad de 13 o 14 años, decidí no ser seguidora de ninguna religión y ni mi querida madre Amparo (directora del colegio donde cursé secundaria) pudo lograr que cambiase de opinión, esta entrañable monja un año me llegó a examinar de religión e historia sagrada tres veces para aprobarme y que pudiese pasar de curso, en el último examen ya me preguntó directamente lo que sabía y que lo hiciese en el examen, rellené una hoja de mi bloc con el padrenuestro, me lo sabía de memoria, al final aprobé con un 5 escaso. Esta sor me quiso un montón y yo la quise a ella, pero ella con sus creencia y yo con las mías, ella en su dios y yo en las personas.


Y si…va a ser verdad que todos al final creemos en algo, va a resultar que yo al final soy creyente, pero no de deidades si no de seres humanos, creo en el ser humano, independientemente del color de su piel, de su estatus social, de sus creencias, creo en la bondad de algunas personas, de sus corazones y almas maravillosos.


Estos dioses menores, sí están aquí, nos rodean, los podemos ver y hasta si tenemos suerte contar con su amistad.


Snow

1 comentario:

  1. Ya sabes que el ser humano está abocado a creer en un ser superior y el marketing católico-romano lleva 2010 años comiendonos la cabeza. Es inevitable, sobre todo en momentos como el actual donde el hombre se aferra a cualquier cosa con tal de creer en alguien que le sacará del apuro.

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