La disfunción eréctil o impotencia erigendi (a veces llamada incorrectamente sólo impotencia) es la incapacidad repetida de lograr o mantener una “erección” lo suficientemente firme como para tener una relación sexual satisfactoria.
Las situaciones que más frecuentemente producen la disfunción eréctil son: enfermedades que afectan a los vasos sanguíneos y restringen el flujo sanguíneo hacia el pene, como la diabetes, la hipertensión (tensión arterial alta), el exceso de colesterol o las enfermedades cardíacas. Situaciones que interrumpen la conexión entre el sistema nervioso y el pene, como la cirugía de próstata o lesiones traumáticas en la zona. Muchos medicamentos (algunos de ellos empleados para tratar la hipertensión y las depresiones) causan disfunción eréctil entre los efectos secundarios no deseados, hay que añadir también la depresión nerviosa, alteración de uno o varios de los tres mecanismos responsables de la erección: bloqueo de las arterias, incapacidad de los vasos sanguíneos dentro del pene para almacenar la sangre, o daño en los nervios del pene o del área pelviana, no hay que olvidarse de los bajos niveles de hormona masculina (testosterona) debido a disfunciones fisiológicas.
Pueden aparecer combinadas.
- Orgánicas: son las de origen anatómico, genitourinario, endocrino, infeccioso, neurológico, vascular, por el consumo de sustancias adictivas, etc.; constituyen el 15%. Endocrinas (diabetes), vasculares (arteriosclerosis), neurológicas (lesiones cerebrales, medulares), urológicas (lesiones congénitas del pene) o farmacológicas (sustancias adictivas: alcohol, tabaco, algunos medicamentos).
- Traumáticas una fractura de pelvis, por ejemplo.
- Psicológicas: son las más frecuentes y variadas, debido a factores afectivos, de desarrollo, interpersonales, de conocimientos, ansiedad, miedo al fracaso, sentimientos de culpa, infidelidad, eyaculación precoz previa, inseguridad, etc.
Ciertamente y por suerte hay hombres que consultan con su médico
esta disfunción y se someten a un tratamiento, pero todavía son más los que no dan este paso, lamentablemente.
El hombre, durante toda su vida ha querido dar el “do” de pecho, es lo que le han enseñado, lo que le han inculcado desde su niñez. – Eres hombre y como hombre eres muy macho – .
Los hombres afectados de disfunción eréctil, lo han ocultado por vergüenza. Han sufrido y han hecho sufrir a sus parejas, han dejado sin más, que transcurriese el tiempo olvidándose del sexo, negando su existencia, llevándose por delante incluso sus matrimonios por no enfrentarse abiertamente a su incapacidad para tener una erección y practicar sexo.
Como consecuencia, lo que se podía haber curado con un tratamiento, al ser negado por el hombre y relegado al olvido se ha convertido también en una enfermedad psíquica, como se dice vulgarmente “el pez que se muerde la cola” no puedo practicar sexo porque no tengo una erección, así es que para mi defensa, me olvido del sexo.
Amigo mío, hoy quiero llamar tu atención y decirte que si tienes disfunción eréctil, no pasa nada. Que por tu bien principalmente y luego por el de tu pareja, debes acudir al médico de cabecera inmediatamente y este te mandará a la consulta de un urólogo.
Déjate de falsos mitos, déjate de machismos trasnochados y no dejes que transcurran los días, ni los meses, ni los años, porque dejarás muchos cadáveres a tu paso.
Harás sufrir a la persona que vive contigo y te quiere.
Harás que esta persona se pregunte si es la culpable de que ya no le hagas el amor, de que ya no se te “levante”.
Evita sufrimientos innecesarios y males mayores, acude sin demora al médico.
N. Angulo
Añado como dato de interés y que me parece imperdonable, que las medicinas del tratamiento no entran en la Seguridad Social en España, desconozco si dicho tratamiento se subvenciona en otros países. Son medicinas caras, no estám al alcance de todos los bolsillos.
.... todos tenemos mochilas que llevar y complican nuestras vidas, de manera torpe e inútil, como en este caso una enfermedad controlable.
ResponderEliminarCoincido con vos en la necesidad de consultar con la ciencia, que hoy puede ayudar a resolver un problema con posible solución, en tanto aceptemos esta situación como una enfermedad posible y sin embargo corregible.
Si el macho es macho y ahí nos quedamos, estaremos en problemas severos para que nuestra vida, no sea para el deleite y el goce sexual para con nosotros y con nuestra pareja.
Brillante tema tratado con respeto y altura, digno de ser respetado y desarrollado con mas frecuencia, y sin ningún tipo de mito que escondan fenómenos mas populares y comunes que los imaginados.
Gracias por analizar y exponer un tema tabú tan escondido, en el seno de la sociedad.
Besos
Cesar Neustadt
Muy bien tratado el tema y con mucho respeto y sensibilidad. La nota final es la guinda del pastel de un estado que se dice de derecho y en el que los ciudadanos que cotizan lo hacen y con un alto precio, aunque algunos gilipollas ignorantes proclamen la gratuidad del seguro médico español.
ResponderEliminar