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miércoles, 1 de septiembre de 2010

ACCION/REACCION


La Fiscalía General y los expertos alertan del preocupante aumento de las agresiones a padres. Las madres son casi siempre las víctimas.

Casi inexistentes en la década de los noventa, los casos empezaron a aumentar a un ritmo preocupante a partir del año 2000. Durante 2008, las Fiscalías de Menores abrieron más de 4.200 expedientes por agresiones de hijos a padres, frente a los 2.683 del año anterior. En todo caso, esto apenas supone la punta del iceberg. Los casos denunciados se incrementan a un ritmo de unas mil por año.


Una vez más me llevan mis reflexiones por el camino de la educación o la falta de ésta, que transmiten los padres a sus hijos.


Una vez más quiero decir a los padres, que la educación es obligación de ellos y no de los centros escolares, que enseñan e inculcan otro tipo de educación y esa educación impartida en estos centros es la cultural y académica, de la enseñanza cívica y social se tienen que hacer cargo los progenitores.


Una vez más hago hincapié en que la educación, principios morales y sociales que no reciba un niño, desde o durante los primeros años de su infancia, se convertirá en una misión casi imposible, tratar de hacerlo en su adolescencia.


La educación de los hijos, es un trabajo que se realiza diariamente, sin bajar la guardia ni acomodarse, los años pasan deprisa.


Ya en post anteriores he dicho que un niño es como una esponja, todo lo absorbe, todo lo que ve, lo copia, es la fase del crecimiento.

ACCION

El ser permisibles, no es señal de amor, es señal de debilidad y remordimientos.


La mayoría de progenitores pasan, debido a sus obligaciones, poco tiempo con sus hijos y creen, equivocadamente, que pueden compensar la falta de tiempo cediendo a los chantajes emocionales que hábilmente les hacen éstos, que por otro lado son dadivosos por naturaleza.


Cometen otro error que es el de querer ser amigos o colegas de sus hijos.


Un niño, es un niño y a no ser que tenga alguna disfunción cerebral, su inteligencia ya se está desarrollando. Entonces empieza a medir sus fuerzas con las de sus padres, si por ejemplo observa, que gritando, dando puñetazos o patadas a todo y a todos, le dan lo que pide y no le castigan ni le corrigen, obviamente continuará haciéndolo como algo normal, formará parte de su comportamiento habitual y su crecimiento.

Yo no les culpo, son niños, culpo a los padres y es ahí donde fallan, no ponen límites a sus hijos en la infancia y ceden en todo o casi todo, por lo tanto el mensaje que emiten es el de “todo vale, tú pide que lo tendrás”.


Además los hijos, en este crecimiento han visto, han sido testigos, por ejemplo, de como en el colegio o instituto les regañaban o castigaban, en una palabra, les ponían los límites que no les pusieron en casa; inmediatamente se quejaban a sus padres porque esto les parecía totalmente injusto y éstos iban al colegio e increpaban al profesor de turno, - “usted no tiene ningún derecho sobre mi hijo, si alguien tiene que educarle somos nosotros, sus padres”-, esto como ya he dicho lo presenciaban los hijos, así es se seguían creciendo ante estas situaciones y se sentían cada vez más fuertes e intocables, eran los reyes de la casa y del mundo.


Con el paso de los años, algunos padres, no todos, por desgracia, se dan cuenta de su error y empiezan a reaccionar, pero en la mayoría de los casos llegan tarde.


De repente ven que su casa la habitan unos desconocidos, unos hijos que ya tienen de 13 a 15 años, que están altos, fuertes y que hacen lo que les da la real gana, porque así ha sido su comportamiento de siempre, lo que ellos consideraban normal, que no admiten reglas, que no razonan y que si les contrarían, siguen pegando patadas o empujones, pero que ahora duelen, asustan, acogotan, ya no son niños que miden un metro y siguen gritando, entonces los padres pretenden poner reglas, pretenden hacer lo que deberían haber hecho cuando sus hijos tenían 2 o 3 años y ven con tristeza y miedo, que se les ha ido de las manos la educación de sus vástagos.


REACCION


Algunos ejemplos de comportamientos de adolescentes:


Madre agredida por su hija de 14 años porque no la planchó su camisa verde, después de llamarla “zorra” la pegó varias bofetadas.


Madre agredida por su hijo de 15 años porque le impedía salir de noche y no le quería dar dinero.


Padre que recibe varias patadas en el abdomen cuando regaña a su hijo de 13 años, porque éste no quiere volver a estudiar.

Lamentable, pero se veía venir.

N. Angulo

1 comentario:

  1. Siempre, siempre, los causantes de ese deterioro en la relación depende directamente de los padres.
    <jorge

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