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martes, 31 de agosto de 2010

ESCUCHAR, ENTENDER, OPINAR.



Las personas por lo general, cuando no estamos de acuerdo con algo o con alguien, tendemos a la descalificación inmediata, sin pararnos a pensar la mayoría de las veces lo que decimos y eso probablemente se deba a que no entendemos o analizamos lo que leemos u oímos, bien sea porque vamos con prisas y sobrentendemos (entender algo que no está expreso, pero que no puede menos de suponerse según lo que antecede o la materia que se trata), o porque estamos distraídos, así es que sin más, interpretamos lo que queremos y muchas veces equivocadamente.


También enseguida etiquetamos a las gentes o las clasificamos por alguna opinión emitida en algún momento de su vida, nuestro comportamiento lo define perfectamente esta frase que dice: “porque un día maté a un perro, me llaman mataperros” .

Sabéis los que sois seguidores habituales de mis post, que a veces, antes de entrar de lleno en un tema, suelo hacer, como en este caso, una pequeña introducción para ir entrando en materia.

Hace unos días compartía una noticia en una Red Social, sobre la decisión del Gobierno Francés de deportar a las personas que estuviesen de manera ilegal en el país. Esta noticia y un comentario mío iniciaron un debate.

A mi me gusta debatir, creo en el poder de la palabra, creo en el intercambio de ideas y en los razonamientos. En lo que no creo amigos míos es en la cerrazón (2. f. Incapacidad de comprender algo por ignorancia o prejuicio.3. f. Obstinación, obcecación).

No titulo este post de esta manera porque quede bonito, el título creo que es la descripción exacta de cómo debe una persona mantener una conversación, ya sea de manera real o virtual.

Primer paso: Escuchar. No es lo mismo oír, que escuchar. Se puede oír piar a un pájaro, pero no se le entiende. En el caso virtual, leer con detenimiento y si no se interpreta bien, volver a releer una y otra vez.

Segundo paso: Entender. Significa prestar atención para tener comprensión de lo que se escucha y si no se entiende a la primera, hay que preguntar sin ningún complejo ni rubor, para que el orador o interlocutor, en cuestión, se explique mejor.

Tercer paso: Opinar. Una vez se está seguro de que se ha entendido a la perfección lo que hemos escuchado o leído, damos nuestra opinión.

El Gobierno francés, bajo ningún concepto habla de deportar a diestro y siniestro a todos los extranjeros de Francia, habla de hacerlo con aquellas personas que al hallarse de manera ilegal, delinquen y causan un alto coste a las arcas del Estado, ya sea debido a gastos sanitarios, jurídicos o sociales (alimentación, alojamiento, ropa, etc…) sin que estas personas, dado su estado, colaboren de ninguna manera en su mantenimiento y bienestar. Casualmente, (en el caso de Francia) estas personas en un alto porcentaje son de etnia gitana/rumana.

Francia, al igual que otros muchos países del mundo, incluyendo España, se encuentra en la actualidad en crisis, no está atravesando sus mejores momentos, esto hace que el Gobierno de dicho país, estudie el modo y manera de abaratar costes o bien minimizar gastos al Estado.

Por supuesto el Gobierno francés, no se plantea ni por asomo, comenzar a ahorrar, empezando por ellos mismos, por los políticos, bajándose sueldos, dietas y otros gastos prescindibles. ¿Qué hacen a cambio, para ellos no renunciar a su status? Analizan y estudian de qué manera pueden abaratar costes al Estado sin sacrificios por su parte y toman decisiones al respecto.

Francia en este caso, ha tomado la decisión de expulsar del país a todos los ilegales y que además delinquen.

¿Qué se ahorra con esta decisión?

Gastos sociales o de manutención: A los inmigrantes, ningún país civilizado les deja en el desamparo, (muchas de estas personas están en Centros Sociales o albergues aunque sea de paso), en estos centros se les alimenta, se les da ropa y un lugar dónde dormir.

Gastos médicos o sanitarios: Hay una atención mínima, a la que tiene derecho el inmigrante de manera gratuita, en el caso de Francia, que es el que nos ocupa, existe un sistema parecido al que tuvo España hace muchos años basado en la beneficencia. Pongo como ejemplo un comentario de una mujer en un foro sobre inmigración: “Mira, yo cuando llegué a Francia, no tenía seguridad social, porque cuando la pedí me dijeron que si me marchaba a otro país a trabajar no me la daban, tonta de mi, que siempre voy con la verdad por delante, tenía que haber dicho que me iba de vacaciones.
Pero ¿sabes que me dijeron en Francia?
Que no importaba, que solamente por inscribirme como parada ya tenía derecho a seguridad social.” 24 Sep 2009 - 16:56.

Que yo sepa, las leyes sanitarias en Francia, no han cambiado de esa fecha a la actual.

Gastos jurídicos: Detenciones, abogados de oficio, juicios y estancias en centros penitenciarios, esto se escribe y se lee rápido, pero tiene un altísimo coste que muchos países no se pueden permitir.


Aquí no se está hablando de xenofobia, (1. f. Odio, repugnancia u hostilidad hacia los extranjeros), se está hablando de sobrevivir, de evitar precisamente que surjan por parte de mentes estrechas estos brotes xenófobos y que luego serían muy difíciles de frenar, estos movimientos fluyen, lamentablemente, cuando un país ha perdido su bienestar y tiene un alto índice de paro y está viviendo una crisis.


Por cierto, aclaro que no me gusta Nicolas Sarkozy ni soy simpatizante de su Gobierno.


Este post lo escribo desde la lógica más absoluta que es la única manera en la que hay que tratar estos temas, dejando a un lado temas y vivencias personales y pensamientos demagógicos, que están muy bien, pero no ayudan a vivir y menos a sobrevivir.


La Historia no se escribe con vivencias ni experiencias personales o cercanas, sino desde la objetividad.


Si, a la migración, pero de una manera controlada y seria.


N. Angulo

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