Estoy feliz, el mal tiempo que hizo en junio, julio y agosto esta pidiéndonos perdón en septiembre.
Acabo de comer y me lavo el “patio de butacas”.
Me cambio de ropa y me pongo unos pantalones holgados de algodón y una camiseta a juego, eso si, aunque sea para la playa voy monísima y conjuntada siempre.
He recuperado unos cascos para mi mp3 porque los auriculares me resultan molestos se me salen de las orejas al dos por tres así es que aquí voy yo con mis cascos grandes que parezco la hormiga atómica y además he notado que se pelan porque tengo las orejas, el pelo y los hombros con restos plastificados negros, termino de pelarlos yo.
Cojo mi bolsón y meto el mp3, los cascos, kleenex, las llaves, un libro que nunca leo en la playa porque me da resol y me molestan los ojos, pero lo bajo por si acaso, y el cojín para apoyar la cabeza que me compré en un chino hace tiempo para hacer ejercicios con la rodilla en casa, es muy pequeño y hortera viene dibujado Shin Chan unos dibujos animados que nunca he visto pero sé que existen por los zzaping.
Hala ya estoy, al banco, si, yo me pongo en un banco porque la arena me es incómoda y las rocas también, así es que me tumbo en uno cualquiera al lado de la cala y pasando de todo, me imagino a los que pasean por mi lado diciendo ¿y eso?, eso soy yo por supuesto tumbada al sol como un lagarto y llevando el ritmo de la música con los pies los hombros la cabeza y lo que se precie, hablando de música tengo que renovar el mp3 porque llevo meses oyendo lo mismo y estoy tomando manía a Amy Winehouse y Robbie Williams, pero no me importa debe ser la edad, alcanzas un puntito en que te importa realmente poco o nada que te miren o lo que piensen los demás, sobretodo si son desconocidos.
Cierro los ojos, relax, sol.
¡Aggghhh!!, ¿qué es esto?, siento un peso en el estómago y humedad, he oído o más bien sentido un PLAFF, abro los ojos, me incorporo y… ¡que asco!, me ha cagado una gaviota, o una docena porque el tamaño es importante. Mamá no me regañes ya se que hace años hubiese dicho “me ha defecado una gaviota”, pero te puedes imaginar que después de vivir tantos años con un malhablado y aunque me sigue sonando fatal la palabra “cagar”(lo que es la educación), pues digo que me ha cagado una put… puñetera gaviota, ¡que olor!, ¿qué hago?, si, si, si, un kleenex, bueno más bien cuatro y esto no sale y huelo que apesto, me acerco a la ducha de la playita, con los cascos colgando, el cojín de un brazo y el bolsón al hombro, abro la ducha y ¡halaaaaa! agua por todo mi cuerpo menos en el kleenex que he puesto debajo de la ducha, joder esto no puede estar pasando estoy empapada de agua y cag.. bueno defecada por un pajarraco abominable. Los pájaros de este tamaño deberían tener W.C. aparte, tomen nota en el ayuntamiento.
Nada, me voy a subir a casa, menos mal que solo son 60 pasos que los contó mi chico un día, bueno 60 suyos 150 míos que parezco una china andando cuando la vendan los pies, tengo el pasito muy corto pero que queréis si mido 1’50 escasos.
Me paro en el semáforo y la verdad es que la gente me mira y yo que creía que pasaba de todo gracias a mi edad y no me importaba, me siento de lo más humillada y expuesta, pero saco pecho, más, levanto la cabeza y así erguida subo los pocos metros que me separan de mi portal.
¡Joder! (perdón) ahora me tropiezo con una baldosa y uff que susto no me he caído, menos mal, que ya llevo mucho tiempo sin besar el suelo, que taquicardia, sigo pero algo va mal. ¡Joder! de nuevo, digo “jolines” se me ha roto mi alpargata de esparto con el tropezón y llevo medio pie fuera y claro arrastrándolo para no volver a tropezar, pero coño, digo “repámpanos” parece que me ha mirado un tuerto. Nada Nievitas vuelve a sacar pecho vuelve a erguir la cabeza y continua hasta casa, eso si, con unos cascos que parecen dos ensaimadas, mojada por la ducha con el estómago con una cagada imposible y maloliente y arrastrando un pie para que no se me salga del todo la alpargata. ¡¡¡Vamos unos metros más que tú puedes de peores situaciones has salido. ¿Peores?.
No te rías, esto es parte de vivencias escalonadas e imaginación, pero te podía haber pasado a ti ¿o no?.
Snow
Recuérdame que nunca vaya a la playa contigo...
ResponderEliminarEl Sr Lietor
Por cierto, si estás harta de la Winehouse, dale una oportunidad a Duffy o mejor aún a Adele... y luego me cuentas!
Pues desde luego es como si hubieras pisado una mierda o te hubiera echado mal de ojo un cheposo. ¡Tanto desatino en una sola tarde!
ResponderEliminarEstoy con Lietor, dale una escuchada a Duffy aunque luego vuelvas nuevamente a Winehouse.
En días como éstos, lo mejor es partirte de risa.
ResponderEliminarNo abandones a la Winehouse, pero te recomiendo, Keane, Travis y Coldplay.