La primera vez que intenté abandonar esta ciudad definitivamente, mi deseo se vio truncado por un fatal accidente de coche.
Posteriormente mi vida dio un cambió y me olvidé por unos años de mis ganas de salir de aquí.
Después retomé el impulso y llevo dos años (como pasa el tiempo) dedicada a buscar nueva vida, nueva residencia y nueva ciudad.
Primero mis pasos se dirigieron hacia Málaga, tras buscar vivienda durante meses, (incluso me trasladé un mes a esa ciudad) los resultados fueron nefastos, no encontré nada que se adaptase a mis deseos.
Finalmente decidí que mi destino seria Alicante y que esta vez lo iba a lograr.
Llevo buscando vivienda desde primeros de años aproximadamente, también me he trasladado a vivir allí un mes y nada de nada, esta vez sin embargo he estado bastante cerca de conseguirlo, de hecho he estado a punto de firmar contrato en varias ocasiones.
Por unas cosas u otras no lo logro, llevaba una semana bastante ilusionada, había un ático en El Campello que me encantaba y se adaptaba bastante bien a mis gustos y necesidades.
Justo cuando estoy leyendo el contrato veo que no tiene trastero que para mi era imprescindible puesto que al tener la vivienda solo dos armarios, había pensado hacer una especie de vestidor en el trastero, ya sabéis con esas prendas de menos uso etc…
Así es que otra vez a retomar la búsqueda de piso, estoy no un poco, si no bastante de mala hostia y aunque no creo en ciertas cosas, me estoy preguntando ¿qué fuerzas ocultas se mueven para evitar que salga de esta ciudad?
Al menos he estado en cuatro o cinco ocasiones a punto de firmar un contrato y no lo he conseguido.
Si resulta que “haberlas hailas”, ¡¡¡ soltadme de una puta vez y dejadme ir, no quiero seguir aquí y se me está acabando la paciencia!!.
Show
p.d. aunque escribo en primera persona os podéis imaginar que la cosa va en plural porque mi compañero de viaje está tan hasta los mismísimos como yo.
Al Señor Grimaldi no le gusta dar consejos, pero esta vez, y sin que sirva de precedente va a hacer una excepción:
ResponderEliminarCuando termines de ducharte y te estés enjuagando, con tus manos de la cabeza con el cuerpo hacia abajo ve sacudiéndote el agua, tirándola para fuera. Al secarse con la toalla, tendría que secarse como si fuera con una esponja. Y cuando termines eso, tú mismo con mucha fe di "Conmigo no puede nadie. Nadie me destruye. Nadie me hará daño. Así sea. Así será." Tienes que hacerlo con mucha fe, nunca dudes. (todo sic).
P.D.: El Señor Grimaldi no es supersticioso y se pasa estas supercherías por el mismísimo y Real forro... pero es que casualmente ha leído hoy este artículo,
http://www.soitu.es/soitu/2009/10/16/tveldescodificador/1255657648_242863.html y le ha parecido conveniente compartirlo contigo.
Desde luego yo tampoco creo en supercherías, pero a la vista de los acontecimientos, parece que tenemos un destino desconocido que está en manos de los dioses.
ResponderEliminarAunque yo también estoy bastante mosca con el asunto, creo firmemente que daremos con el ideal de búsqueda y que si hasta ahora no ha podido ser, por algo será. Quizá el destino nos tiene reservada una sorpresa agradable.
¿Pero qué buscáis que no se encuentra fácilmente?
ResponderEliminarUn piso, con su cocina, sus habitaciones, su baño, ah y trastero... pero ¿difficult?