Mi siguiente salto fue más grande, no solo cambié de calle sino de barrio, pasé de Antón Martín a Tetuán, reconozco que para el trabajo que tenía entonces me pillaba de miedo porque solo me separaban del “curro" tres estaciones de metro y si hacía buen día iba y venía andando del trabajo a casa y viceversa.
Esta mudanza se la debo a mi madre, sin ella sospecharlo siquiera me puso a huevo el irme a vivir con Angel y sus compañeros de piso, a los que conocía sobradamente porque trabajábamos todos en la misma empresa.
A los 21 añazos decidí emanciparme y hablé con mis padres para decirles que había decidido volar del nido, no entraré en detalles de cómo se lo tomaron, fue duro y triste, de los acontecimientos que prefiero olvidar, estuvimos años sin hablarnos.
Busqué un Colegio Mayor y oculté a mis padres dónde me iba, pero mi madre se las apañó muy bien y consiguió no solo el nombre de dicho colegio sino el teléfono también, no me dijo nada y nunca me enteré de que artimañas utilizó, pero el caso es que un día antes de mi traslado llamé al Colegio Mayor para preguntar si tenían servicio de plancha o tenía que llevar una y la contestación fue: - La vamos a devolver la señal, pero no podemos admitir en este centro una persona como usted - . ¿Qué coño contaría mi madre?
Yo no estaba dispuesta a dar marcha atrás, soy de las personas que le doy vueltas al “coco” y suelo mirar los pros y contras antes de tomar una decisión importante, pero eso si, una vez tomo una decisión esta es irrevocable aunque sea equivocada, es mi decisión y la asumo.
Tenía las maletas hechas y bolsas con libros y vinilos que me había ido comprando a lo largo de los años con mis ahorros, viendo este panorama me dijo Angel que había hablado con el resto de sus compañeros de piso y habían decidido que viviese con ellos hasta que encontrase otro lugar, así es que entre mi chico, mi hermano pequeño y yo, trasladamos mis pocos enseres hasta el que sería mi nuevo hogar por unos cuantos añitos.
En esos años hubo de todo, pero sobre todo risas, hay tantas anécdotas que voy a dividir este post en dos partes porque sino resultaría muy largo.
Adelantaros que mis compis de piso y curro hicieron consenso y nos dejaron una habitación a Angel y a mí para que durmiésemos juntos y D…que era el que compartía dormitorio con Angel, se trasladó a la habitación de P…
Iba a ser toda una aventura porque era la primera y única chica que pisaba ese santuario en plan compañera y no de ligue, (de ellos) solo de uno jajajaja.
D…era un ligón y más de pueblo que las amapolas, nació en un pueblo llamado El Provencio (Cuenca), era buana gente pero las faldas le perdían y le ocasionaron más de un problema, uno de ellos fue el que le hizo abandonar su pueblo. Se "tiraba" a todas las mujeres que se ponían a su alcance sin importarle su estado, casadas, solteras, viudas, jóvenes o viejas, D... no hacía remilgos a la hora de llevarse a una mujer a la cama. A mi me parecía un tanto macarra, pelo negro con tupe y mucha laca, pantalón campana y muy ceñido de arriba, "marcando paquete", pero tenía su público no hay duda.
Antes de irme a vivir con ellos, como D...compartía habitación con Angel, cuando quería llevarse a alguna chica a la cama, hablaba con él y éste se trasladaba de habitación. D…tenía la manía de tirar los preservativos por la ventana del dormitorio que daba a la terraza jajajaja…en vez de hacerlo por el retrete o la basura, una de las primeras tareas que hice en esa casa fue organizar limpieza de terraza y quitar condones pegados en las mamparas, por supuesto no lo hice sola, ellos limpiaron conmigo, faltaría más.
Por supuesto D... también intentó ligarme varias veces, la primera vez en el trabajo, como he dicho éramos compañeros, posteriormente lo intentó un par de veces viviendo ya bajo el mismo techo y añadiendo que Angel no se enteraría. Una tarde tuve que sentarme en el salón y hablar muy seriamente con D... le toqué la fibra y le dije entre otras cosas si se quería cargar la amistad y la buena relación que teníamos todos, si lo quería tirar todo por la borda. Recapacitó y me pidió perdón por su insistencia, por supuesto no le dije a Angel nada hasta pasados unos años, no quería enrarecer el ambiente y por otro lado siempre me he bastado y sobrado para defender mis causas.
Dejé muy claro desde el principio que yo era una mujer pero no la "chacha" de nadie y que la limpieza se organizaba y compartía, así se hizo.
Con la educación sibarita que he recibido a lo largo de mi vida no puedo evitar sonrojarme al leer posts como este...
ResponderEliminarFdo. el Señor Grimaldi
PD.: Me ha chiflado lo de D... era un macarra, pero tenía su público, je je je je
Por Dios, por Dios, me muero por saber qué malas referencias dio su madre de su personaaaa
ResponderEliminar... Y así dimos comienzo a nuestra vida en pecado. Recordemos que el "Patascortas" había dejado de respirar en el 75 y aquello era pecado y de los mortales.
ResponderEliminar