También durante el primer año en La Coruña, conocí a Angeles, mujer estupenda y buenísima persona.
Estaba casada y tenía una hija (de la cual soy también amiga, tengo ese gusto), vivía en una gran casa con un hermoso terreno en compañía de sus gatos y perros y con un marido en silla de ruedas que la impedía cualquier atisbo de vida y diversión, por lo que muy sabiamente, en mi opinión, decidió contratar una persona y así ella salir de casa.
Cuando yo la conocí tenía un negocio tipo agencia matrimonial y era clienta nuestra, con ella hicimos una promoción de teléfonos móviles que consistía en reunir parejas con los datos de su agencia y hacer un concurso de baile, la pareja ganadora se llevaba un viaje de fin de semana y un teléfono móvil para cada uno con el alta gratis, luego hicimos sorteos de teléfonos y así la gente se animaba y se daba de alta con nosotros, el negocio de la telefonía móvil, está en la cartera de clientes, por eso se podían regalar teléfonos porque a cambio conseguías muchas altas. El DJ y camarero era nuestro amigo Pepe “el cubano” jajajajaja, fue lo más, no encuentro palabras para describir la velada. Era el animador de la fiesta y el deseo lascivo de las féminas allí reunidas, pululaban todas alrededor suyo cual mariposas nocturnas en una farola.
Ese día me llevé el odio infinito de todas las tías de la fiesta porque Pepe no paraba de sacarme a bailar y como ambos sabíamos que éramos el centro de todas las miradas no parábamos de reír, yo le decía que más de una deseaba matarme y que si las miradas fuesen puñales ya estaría desangrándome en cualquier rincón. Las señoras debieron hacer consenso porque se acercó una y nos dijo que bueno, que ya estaba bien, que si yo ya tenía pareja que todas tenían derecho a bailar y en definitiva para eso era el fiestorro, para conocer gente, no carecía de razón y además a mí no se me da nada bien la salsa, di un besito a Pepe y le dije que repartiese su swing entre las damas.
Con Pepe tenía un buen rollo, ambos a salvo, ambos casados, ambos queriendo a nuestras parejas, pero a él le gustaba mi humor y a mi me encantaba como hablaba, su acento, sus expresiones y su carácter afable, espero que esté feliz en Miami.
Otra promoción que hicimos para dar más altas de teléfonos móviles, pluralizo porque no puedo separar mi vida de la de Angel, mi compañero desde hace más de 30 años, marido, amante, amigo, socio y un largo etc… no lo separo además porque era él quien tenía las ideas para las promociones de ventas, se le ocurrió esta como decía, que consistía en un concurso de dibujo infantil, lo organizamos en la calle Barcelona, una de las calles más comerciales de La Coruña, se realizó con la ayuda inestimable de la Asociación de Comerciantes del Agra, yo era la presidenta del jurado y portavoz, como además mi profesión es el arte era yo la que al final decidía a qué niño dábamos el premio, este consistía en un diploma, unos juguetes y el alta gratis de teléfono para sus padres.
El tema del dibujo era libre y podían colorear si querían. Así es que allí estaba yo, subida en una tarima a un metro del suelo aproximadamente eligiendo los tres primeros ganadores y rodeada de caramelos que posteriormente repartiría entre los infantes.
Ese día no terminé en el hospital de milagro, primero hubo madres enfadadas que me increparon porque el niño que dibujaba de maravilla no se había llevado el primer premio o ninguno, a una mamá la dije que su hijo había calcado el dibujo y casi me arranca la cabellera, pero lo peor vino cuando empecé a tirar los caramelos, con el ímpetu y el entusiasmo de la gente por alcanzarlos, volcaron la tarima y yo salí disparada al suelo, no quiero imaginarme si en vez de caramelos hubiesen sido jamones ibéricos, posiblemente ahora estaría contando malvas y no contando esta historia.
N. Angulo
Que cosas te pasan cariño...
ResponderEliminarAins! que tal todo? Espero que bien, un beso!