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martes, 22 de diciembre de 2009

CINICOS



Me jode infinitamente a la vez que me indigna ver el cinismo que caracteriza a los políticos en general, independientemente de su tendencia política.


Hay un debate abierto sobre el “SI” o “NO” a los toros en Cataluña y se permite la Sra. De la Vega decir que ellos (o sea su partido) no prohíben, ¡pero que jeta!. No me voy a extender en el tema toros pero vaya por delante que soy antitaurina y me daña el dolor que se causa a los animales en nombre de la “diversión de unos cuantos y su Fiesta Nacional”, que no la de todos los españoles entre los que me incluyo.


Hoy quiero hablar de otro tema. A primeros de 2010 se pretende que ya no se fume en ningún sitio, ¿si esto no es prohibición, cómo lo llamamos?


Soy ex – fumadora y lo soy por deseo propio, mucho antes de entrar en esta guerra sin cuartel que no tiene nombre ni razón de ser contra los fumadores, que son tratados como leprosos de los que hay que huir no sea que nos contagien.


Según los políticos el tabaco mata, permítanme que tenga mis dudas al respecto. Conozco infinidad de abueletes de 90 años que todavía fuman como carreteros, normalmente tabaco de picadura o bien sin filtro y tienen unos pulmones inmaculados. También he conocido el caso contrario, jóvenes que han muerto de cáncer y en su vida habían probado el tabaco.


Desde luego si yo fuese dueña de un establecimiento público, me sentaría fatal que me dijesen desde fuera lo que puedo o no puedo hacer en mi local, sobretodo cuando pago como cualquier hijo de vecino (que paga) mis impuestos.


En vez de “café para todos” ¿por qué no hay bares y restaurantes para fumadores y otros libres de HUMO ? , para mi sería la elección inteligente y práctica; si quiero fumar busco entre las distintas ofertas el local para fumadores que me convenga y que me guste, o bien al contrario, los que no somos fumadores y nos perjudica el humo buscamos un local en el que no se fume y punto, pero que sea nuestra elección y no una prohibición.


El cinismo alcanza hasta prohibir algo que por otro lado está legalizado y se vende para el consumo humano, debo ser idiota porque no entiendo una mierda de todo esto.


He de añadir que además aquí no nos vamos a quedar, ¿por qué no dejan que elijamos cómo vivir y qué hacer mientras vivimos?


Ahora entramos en el terreno del alcohol, resulta que el Gobierno para evitar que los adolescentes adquieran alcohol, PROHIBEN su venta en cualquier establecimiento después de las 22 horas. ¿ A quién no le ha pasado que ha tenido en casa una visita inesperada, ha querido ofrecerle una copa a su gusto y no ha podido encontrar alcohol, ni en gasolineras ni en las tiendas Open? , menos mal que existen los “chinos”, eso si, nos fastidian a los adultos y siguen haciendo la vista gorda al botellón y al incremento de alcohólicos menores de 16 años.


No pongan trabas a que un adulto compre lo que le de la gana y a la hora que quiera y multen a los padres descerebrados que no se hacen con sus hijos y permiten que estén de madrugada en la calle y poniéndose hasta las chanclas de beber hasta alcanzar un coma etílico, al final ellos siguen bebiendo y a los adultos nos hacen recorrer toda una ciudad para encontrar una botella de alcohol, encima parecemos unos borrachos furtivos.


Y eso que la Sra. De La Vega dice que su Gobierno no prohíbe.


Me enseñaron que en boca cerrada no entran moscas o bien que para decir tonterías mejor nos callamos.


N. Angulo

4 comentarios:

  1. nievitas me parece lo mas justo ,pero como es común se necesita un perro pastor para los rebaños de ovejas...

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  2. Todo menos educar. Mejor tener una ciudadanía descerebrada que antes de pensar busca el cartel que "le diga lo que tiene que hacer", que una sociedad de individualidades solidarias que sabe analizar y tomar decisiones.

    Y con lo del tabaco (soy fumadora, triste el silencio que durante años han mantenido mientras se añadían aditivos mucho más nocivos que la nicotina y la barbaridad de impuestos que nos cobran y cuyo destino desconocemos.

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  3. Pues yo me declaro lo suficientemente adulta para tomar las decisiones en mi vida diaria. Así he decidido que no me gustan los toros, que soy fumadora y que me gusta mi copita de pacharán después de una buena comida; así como poder oír una canción en la radio mientras estoy en la peluquería, sin que la peluquera tenga que pagar por ese servicio que me ofrece. Declaro además que conozco los peligros que estas acciones comportan; que los he sopesado y aún así sigo optando por ellas. Los políticos que se dediquen a arreglar el país, que buena falta hace, y que no se preocupen por mi, que como digo soy adulta y totalmente apta para llevar mi vida.

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  4. ESTOY DE ACUERDO CON TODO, Y ME ESTÁ ENTRANDO UNA MALA LECHE...

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