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jueves, 28 de enero de 2010
DEMAGOGIA
Demagogia (según la RAE):
1. f. Práctica política consistente en ganarse con halagos el favor popular.
2. f. Degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder.
Soy una experta en empadronamientos, lo he tenido que hacer muchas veces, cada vez que me he empadronado se me han pedido una serie de documentos que he tenido que presentar en las “ventanillas pertinentes”, sin concesiones de ningún tipo y las molestias que ello conlleva, paseos de aquí para allá, esperar largas colas, etc…con el solo fin de cumplir mi labor de ciudadana y empadronarme como me exige la Ley.
Nuestro actual Presidente del Gobierno, está más perdido que un gato en una fábrica de gaseosas y como él lo sabe no para de improvisar y dar palos de ciego, sin pararse a pensar en las consecuencias que sus improvisaciones puedan tener
Con las declaraciones que está haciendo (manipulando y confundiendo conciencias), a raíz de la polémica sobre si empadronar o no, a ilegales en el Ayuntamiento de Vic, está lanzando un mensaje muy claro; Adelante, sigue siendo ilegal porque vas a tener todas las ventajas del ciudadano legal, porque aunque estés de manera ilegal tendrás derecho a asistencia médica, enseñanza gratuita, empadronamiento etc…
Me imagino las caras que se les han quedado a personas que han nacido, o residen legalmente en este país, que cotizan a la Seguridad Social, que están empadronadas, que pagan sus impuestos y que llevan 6 meses como media, esperando a que les vea un especialista, o que les hagan una prueba o bien una intervención quirúrgica. También me gustaría ver las caras de los padres que piden plaza en un colegio público cercano a casa y les dicen “no hay plazas”, así es que tienen que llevar a sus vástagos “al quinto pino”.
Con este proceder Sr. Presidente, lo que se consigue a la larga es cabrear a los ciudadanos y provocar movimientos antisociales y xenófobos, porque no todo el mundo en este país entiende su “solidaridad”, solo comprenden que pagan y obtienen lo mismo que obtiene el que no lo hace, tendría que salir más a la calle y oír conversaciones en la barra de cualquier bar, por poner un ejemplo.
Creo Sr. Presidente que tiene mucho miedo a la palabra xenofobia y que por miedo a que le llamen xenófobo se salta usted las Leyes a la torera.
Cuando se entra en un país de manera ilegal, se es un ilegal, independientemente del color de la piel y del continente del que se viene.
Ante las personas que están ilegalmente en un país, las autoridades tienen que tomar decisiones al respecto, ya que no han sabido evitar que entren ilegalmente en un país y se queden en él.
La persona ilegal, no paga impuestos. Como es ilegal no tiene papeles y no trabaja.
Paradoja:
Como no trabajas tienes dos opciones marcharte o vaguear, lo segundo te puede llevar a delinquir. Decides no marchar porque tienes una pancreatitis (pongo por caso) y aquí te operan gratis, por supuesto no te vas a ir a la calle estando convaleciente, así es que te quedas ocupando una cama que le correspondía a la persona que está dada de alta en la Seguridad Social, paga sus impuestos y que lleva 6 meses esperando que la operen y no lo hacen porque no hay camas.
No sé si alguno de vosotros ha tenido en sus manos una factura hospitalaria, yo si, o sea que sé de qué hablo, os puedo asegurar que por un día en un hospital de la Seguridad Social, se paga lo mismo que en un hotel de **** estrellas, sin contar gastos de intervenciones quirúrgicas y materiales, simplemente cama y alimentación (si la hay).
Siendo más joven me quise ir de este país, concretamente a Australia y no pude porque entre otras cosas te exigían o bien que te reclamase un pariente, o bien que fueses con contrato de trabajo etc…si por casualidad, con artimañas lograbas entrar ilegalmente, como hicieron algunos conocidos míos, en el momento que llegaba al conocimiento de las autoridades te ponían de patitas en la frontera, o sea que tal como se fueron, volvieron.
Muchos al leer esto os preguntaréis ¿qué hacemos con los ilegales que ya están aquí, los abandonamos, los dejamos a su suerte? Mi respuesta es no, no se les puede ni debe abandonar porque es cuestión de humanidad, pero si se debe agilizar o bien la repatriación o bien su legalización para que pasen a ser ciudadanos de pleno derecho, pero también con las obligaciones pertinentes que tiene todo ciudadano hacía el país en el que habita.
Al principio de este post, he puesto la palabra DEMAGOGIA, porque esto es lo que están empleando en los últimos tiempos los políticos, mucha demagogia, mucho querer quedar bien con todo el mundo al olor del voto.
Este tema no tiene doble ni triple lectura, es muy sencillo, pero para hacerlo sencillo no tienen que importar las críticas, solo hacer uso de la Ley disponible.
Y la Ley dice que para ser legal, tienes que empadronarte, pagar impuestos y cotizar a la Seguridad Social, solo así tendrás todos los derechos.
Si estás ilegalmente, no se puede concebir que obtengas gratis lo que a otros nos cuesta tanto esfuerzo y dinero obtener.
Este post lo escribo desde la lógica y desde la libertad que me da el no estar atada con un carné a ningún partido político.
Yo no tengo que usar la demagogia, no debo nada a nadie y no me importa decir lo que pienso.
Snow
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La demagogia es una forma de gobierno de aquellos personajes populistas, de los que Dios nos libre, que pretenden, con sus discursos, llevarse de calle a la opinión pública. Y este modelo de gobierno, otrora bastante utilizado, vuelve a la clase política sin remedio ya que el discurso que deberían emplear está carente de contenidos. Cuando uno no sabe qué hacer con los problemas de fondo, paro, delincuencia, listas de espera, etc, utiliza cualquier anécdota para subirse al púlpito y lanzar su mensaje populista y así, desviar la atención de la opinión pública.
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