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lunes, 1 de febrero de 2010

ARRUGUITIS




Este año, como los anteriores desde hace un tiempo, sufro de “arruguitis”, no os molestéis en buscar en el diccionario porque esta palabra no existe, pero define a la perfección como me siento.

Cada año, cada vez que se va aproximando la fecha de mi cumpleaños, sufro esta terrible enfermedad llamada “arruguitis” y es que cada vez que me miro al espejo veo una arruga nueva, una línea nueva, un surco nuevo y me digo, ¡mecagoentó, que vieja estoy!

Esta enfermedad es crónica y degenerativa y como todas las enfermedades de este tipo, no tiene cura o eso dicen.

Entonces llega el proceso de la añoranza, de los recuerdos y me explosionan en la mente mis 15 bonitos años, cuando ya había desarrollado e iba teniendo cuerpo de mujer.

También recuerdo los 21, cuando con un simple movimiento de hombro ellos caían a mis pies, ya no te cuento cuando a ese movimiento de hombro le acompañaba un ingenuo parpadeo jajajaja, ellos no caían a mis pies, se tiraban.

Mis 30 magníficos años, seguía estando estupenda y además ya tenía una experiencia en la vida, a mi entender, la mejor edad, tanto para el hombre como para la mujer; si este mundo fuese justo nos quedaríamos ahí, estancados, en la treintena.

A partir de los 40, me miraba al espejo y empecé a padecer la enfermedad jajajaja, pero me consolaba diciéndome “pues no estoy tan mal para mi edad”.

Y así, año tras año, cargando y sufriendo esta enfermedad.

Pero hoy, me he parado a pensar, a reflexionar y he decidido curarme de la enfermedad y además como no pertenezco a la SGAE, voy a compartir mi pócima gratis, sin pedir derechos de autor.

Me encantan los árboles viejos y hermosos, con las cortezas surcadas por miles y miles de líneas, me gusta porque me habla y me dice los años que ha vivido y sobrevivido a temporales de lluvia, viento y nieve.

Me encantan las razas de perros de pieles colgantes y esas otras razas de perros arrugados y ni que decir tiene los bulldog, por ejemplo, jajaja que feos son, pero a mi me chiflan.

Más de una vez me han inspirado para un retrato los rostros de los ancianos, sus ojos, sus hermosas arrugas.

He hallado la pócima haciéndome esta pregunta tan simple. ¿Si me gustan los perros viejos, feos, arrugados, los árboles centenarios y me inspiran para mi arte los ancianos, no me voy a gustar yo?

Así es que hoy, me he retirado del espejo con una amplia sonrisa y me he dicho, estoy curada, no me importan mis arrugas, ni que mis pechos ya no estén tan firmes, ni unos cuantos kilitos de más y no tener ya esas bonitas piernas, porque significa que he vivido y he disfrutado de la juventud.

Por eso hoy me he curado y quiero compartir contigo mi milagrosa cura contra la “arruguitis”

Snow

3 comentarios:

  1. Ya sabes que hemos nacido para morir algúun día y que el oxigeno que nos mantiene vivos es el responsable de nuestro deterioro físico. Pero te voy a decir algo, cuando morimos no hacemos una pasarela de desfile de belleza, símplemente dejamos de existir y punto. Por lo tanto, lo único que nos vamos a llevar son las vivencias que a lo largo de nuestra vida, hemos soportado. Y esas vivencias nos van marcando física y mentalmente y claro, eso se nota. La naturaleza nos ha dotado de un cuerpo para manejarnos en la vida. No quiero llegar a la muerte con el cuerpo intacto. Eso significaría que mi vida no ha sido lo suficientemente interesante. Quiero llegar viejo y decrépito con las marcas de mi lucha, mis juergas, mis soponcios, de mi vida y punto.

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  2. Pues viendo al esperpento panorama de caras estiradas y brillantes, pechos turgentes, morros imposibles, etc, etc ... que además son el resultado de pasar por dosis de dolor, físico y anímico; con pérdida de expresión facial (la que se puso solo pechos, no ... pero no me imagino a una octogenaria empitonada y pasando la prueba del lápiz)... Pues que quiere que te diga, yo veo las arrugas bellas, como díria aquel. Yo he preferido aceptarme, y hay días que me veo mejor y otros peor. Pero la que se refleja en el espejo soy yo. No una caricatura de alguien que algún día lució sus explendorosos 30.
    .. ¡¡Que estás guapa Nieves!! Por fuera desde luego; por dentro, no te conozco mucho, pero me gusta lo que veo y lo que leo

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  3. Qué subidón! gracias por el post... que estoy en los 30!!!
    yujuuuuuuuuuu

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