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sábado, 3 de abril de 2010
RAPSODIA NOCTURNA
No sabía nada del amor, aún soy joven.
Pero me he enamorado locamente, hasta las trancas.
La vi en la noche, hermosa y blanca.
Piel casi nacarada gracias a los reflejos de la luna, que se posan en su piel como luciérnagas luminosas, felices y retozonas.
Nuestra primera noche ha sido maravillosa.
Yo no puedo parar y la penetro una y otra vez, hasta acabar exhausto.
La miro mientras duerme y me alejo para observarla.
No puedo evitarlo, no puedo parar ni alejarme, una y otra vez vuelvo hacía ella, hacía su piel, blanca, mullida.
Me encanta su sabor y su olor.
Ella se mueve mientras duerme, tiene un descanso inquieto, juega con las sábanas que tan pronto la tapan sus maravillosos hombros, como que las deja deslizar hasta sus redondeadas caderas o sus inquietas piernas.
Y yo vuelvo…vuelvo…no lo puedo evitar, me pos…me…¡¡¡¡PLAFFF…su p ¡¡¡PLAFF..y…
¡¡¡Joder con el mosquito, vaya noche me está dando, toma cabrón a tomar por culo, uno menos!!!!
N. Angulo
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Vaya imaginación. yo que estaba pensando en una desenfrenada noche de sexo y lujuria y resultó ser una noche cargada de picotazos mosquiteros.
ResponderEliminarJejejejeje, es que tienes una mente enferma Angel
ResponderEliminarMuy ingenioso. Me gusta, además me hizo reir con ganas
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