PERFIL DEL MALTRATADOR

Sobre los maltratadores se ha dicho de todo y posiblemente casi todo sea cierto.

De este tema tan triste han escrito y dado su opinión expertos en estudios de comportamiento, psicólogos, víctimas de maltrato y un largo etc…

No pretendo tirar por tierra ninguno de los argumentos que se hayan expuesto con anterioridad, quiero sin embargo dar otra vuelta de tuerca y añadir otro punto de vista, el mío.

No soy una víctima de maltrato, no soy una experta en perfiles, no soy psicóloga.

Pero soy una mujer observadora, buena oyente y lógica.

Este post lo escribo desde la lógica.

Evitaré caer en influencias externas y frases llenas de demagogia, la demagogia la dejo para los políticos.

He oído en infinidad de ocasiones a personas expertas en esta materia, decir que un maltratador no tiene un perfil definido, estoy en total desacuerdo.

Es cierto que un maltratador puede pertenecer a cualquier clase social, eso está demostrado.

También, que puede ser analfabeto o por el contrario tener un buen nivel cultural.

Puede haber nacido en una ciudad cosmopolita o bien en la aldea más recóndita del planeta.

Los hay que han nacido en el entorno de una numerosa familia, como que son hijos únicos.

Algunos han podido ser víctimas de maltrato infantil o bien han sido testigos presenciales de maltrato a terceros, pero otros maltratadores se han criado rodeados de familias absolutamente amorosas.

Y aunque estas descripciones puedan parecer de dos personas totalmente opuestas, no lo son en absoluto ya que tienen un denominador común, algo que les une más allá del nivel social o cultural; LA SOBERBIA

Algunas de las definiciones de la palabra SOBERBIA que da La Real Academia Española (RAE)

SOBERBIA

(Del lat. superbĭa).

· f. Altivez y apetito desordenado de ser preferido a otros.

· f. Satisfacción y envanecimiento por la contemplación de las propias prendas con menosprecio de los demás.

· f. Cólera e ira expresadas con acciones descompuestas o palabras altivas e injuriosas.

· f. ant. Palabra o acción injuriosa.

Estas personas suelen ser encantadoras, pero de vez en cuando bajan la guardia y les sale su verdadero “yo”, con la mejor de sus sonrisas y las palabras adecuadas, criticarán a su pareja, la menospreciarán y si la pareja no responde, no se defiende, no rebate, o demuestra sumisión, el paso siguiente es el insulto y la cólera.

Luego, más tarde, piden perdón, confiesan su amor y dan el siguiente paso, la lisonja, con palabras dulces, dirán que están arrepentidos, pero no es cierto, todo lo contrario, ellos saben que han vencido, que han ganado una batalla. Los más pudientes, acompañarán sus palabras con espléndidos regalos.

Así es que amigos míos, si se cruza en vuestro camino una persona con estas características, huid, porque estáis en presencia de un maltratador en potencia y vosotros seréis su próxima víctima.

N. Angulo