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martes, 22 de junio de 2010

MENTES CALENTURIENTAS



Recuerdo que a mediados de los años 70 en una empresa en la que trabajaba, el trato hacía mis compañeros, por mí parte, era totalmente igualitario, aunque solía salir más con compañeros masculinos que con las compañeras femeninas.


Me iba con ellos a los bares cercanos al trabajo a mediodía a tomar café, por las tardes jugábamos unas partidas de dados o dardos mientras tomábamos algo y lo que yo creí un colegueo (al menos lo era por mi parte) resultó ser un juego para los tíos, llegó a mis oídos que se cruzaban apuestas para ver quién me llevaba antes a la cama.


Evidentemente cuando me enteré, hablé con ellos, les puse a caer de un burro y terminé diciéndoles que no me importaba seguir mi amistad con ellos fuera del horario de trabajo, siempre y cuando se les quitase de la cabeza esa gilipollez y me tratasen como uno más.


También retiré el saludo a los que iniciaron tamaña insensatez de apuestas y demás. Posteriormente me pidieron perdón y con algunos seguí la amistad durante años aunque ya no trabajábamos juntos.


Eran otros tiempos, pero como veréis hablando y enfrentando las cosas, al final te entiendes y se puede alcanzar consenso y evitar malos rollos.


Siempre me he caracterizado por un trato igualitario, sin distinción de sexo y demás sandeces, este trato seguirá hasta que me muera porque es innato y si no es innato es algo que llevo practicando desde mi más tierna infancia.


Yo sabía que muchos hombres, porque esto ocurre entre el sexo masculino, cuando ven una mujer abierta, cariñosa, colega, compañera y que no distingue en su trato de sexos a la hora de hablar y comportarse, tienen la fea costumbre de catalogarla y/o tratarla como una “zorra”.


Lo sabía y me daba igual porque siempre he pensado que el problema lo tienen algunos tíos y sus mentes retorcidas y no yo, así es que no me preocupaba lo más mínimo.


Inocente de mí, pensaba que eso había quedado en el pasado y que con la educación mixta esto ya no ocurría, evidentemente estaba equivocada.


Para mi sorpresa el otro día oí una conversación entre varias chicas jóvenes y una de ellas contaba una historia que podría haber sido la mía de 1975, me quedé patidifusa porque como he dicho antes pensé que eso ya no ocurría, al fin y al cabo, la enseñanza mixta lleva instaurada en este país muchísimos años, tenía casi la certeza de que tanto los chicos como las chicas se trataban unos a otros con absoluta confianza y sin tener en cuenta el sexo.


Bueno pues nunca es tarde para aprender otra lección y he aprendido esta.


Que la vida continua, que las mujeres avanzamos, pero que lamentablemente, abundan los hombres que por su condición de macho, tienen la mente calenturienta y siempre va a ser así, va en sus genes.


Por otro lado me satisface ver, que cada día hay más mujeres como yo, es decir que las importe menos que nada como las juzguen y que su comportamiento no cambiará un ápice, porque piensan, al igual que yo, que el problema lo tienen ellos, no nosotras.


Chicas, sigamos siendo nosotras mismas, chicos, intentad poco a poco no dejaros llevar por el pene y sí más por la cabeza y el corazón.


N. Angulo

2 comentarios:

  1. Ohhhhhh Pues yo era igual. Y la verdad nunca entendí por qué pensaban que era una bitch si no andaba con nadie! Pero es cierto que me llevaba mejor con los chicos en el cole, pero era porque no andaban con las complejidades de las chicas de mi edad (que si me miró es porque le gusto, que si la chica de allá es fea, que si la mini mas "in", las indirectas y eso).
    No puedo creer que aún exista eso! en serio! Ya como estoy en otra edad, no me percato de las conversaciones de los adolescentes, pero creí que eso del sexismo en los más jóvenes estaba casi desaparecido.
    Lástima, porque todos tenemos derecho a ser quienes queremos ser sin que nos etiqueten.

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  2. ...EL VIEJO DEBATE DE SIEMPRE A TRAVÉS DE LOS TIEMPOS...

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