Me llamo Pepito y me encantan las fiestas de San Juan en mi ciudad.
Cuando es San Juan mis papis me dejan hacer lo que quiero.
Me levanto tarde por la mañana, me acuesto muy tarde por la noche, no tengo horario para subir a casa, así es que me paso el día en la calle.
En las fiestas me gusta comprar petardos de traca y prenderlos para que hagan ruido, mis amigos y yo nos pasamos esos días en el parque tirando petardos jajajaja…que bien me lo paso.
Hay adultos que se enfadan y nos regañan, pero mis papás mandan en mí y si ellos me dejan pues que los mayores se fastidien.
Además pienso que los adultos son los primeros que molestan, con motivo de las fiestas, cortan las calles, cambian las líneas de los autobuses, ponen barracas (puestos para comer y beber) en mitad de la ciudad y también tiran cohetes y tracas a todas horas impidiendo que la gente duerma por la noche y el descanso, no sé por qué me regañan a mí, la verdad, no lo entiendo.
Yo voy a seguir a lo mío que es hacer ruido con los petardos.
Pues nada Pepito, sigue molestando con el consentimiento de los papis.
¿Qué fuerza moral o qué argumento utilizo para rebatir a Pepito?
Por cierto Pepito ¿tus papás te han informado debidamente del peligro que conlleva “jugar con petardos”?
Lee Pepito, lee y de paso que lean tus papás también.
NOTA: Se considera pirotecnia recreativa básica al conjunto de artificios pirotécnicos que pueden ser usados por el público en general durante la celebración de determinadas fiestas de carácter popular o particular. Desde el punto de vista legal, están incluidos dentro de las clases I, II y III, de las ocho en que está dividida la totalidad de la pirotecnia.
Para poder comprar petardos hay que tener 18 años.
Tipo I: Riesgo bajo
Los productos de la clase I son los que tienen un riesgo bajo o muy bajo. Están pensados para utilizarlos en áreas confinadas, concepto en que se incluye el interior de las viviendas. Este grupo está formado por bengalas, cebolletas y sorpresa japonesa; y fuentes como surtidores o volcanes.
Tipo II: Riesgo medio
Los productos de la clase II son los que tienen un riesgo medio. Están pensados para utilizarlos al aire libre en áreas confinadas. Los petardos del tipo II están formados por bengalas (cebolletas y sorpresa japonesa), petardos (truenos y tracas chinas), voladores (paracaídas, silbadores, girasoles y ruedas), cohetes (de trueno y de luz), fuentes (surtidores y volcanes) y baterías (combinaciones y candelas).
Tipo III: Riesgo alto
Los productos de la clase III son los que tienen un riesgo alto. Están pensados para utilizarlos al aire libre, en áreas amplias y abiertas. Este grupo está formado por los mismos petardos de la clase II excepto las bengalas.
En junio de 2009 :
44 niños ingresados por lesiones con petardos
N. Angulo
DOS ÓPTICAS DE ENFOCAR EL MISMO FENÓMENO, PERO QUE, DESGRACIADAMENTE, PROVOCA MÁS ACCIDENTES DE LOS QUE NOS ENTERAMOS. Y AL FINAL TODO SE REDUCE A LO MISMO: UN PROBLEMA DE EDUCACIÓN, Y ESA SE INICIA EN EL HOGAR.
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