Los métodos de distracción son utilizados desde tiempos remotos por las clases políticas.
Es un método universal, no entiende de etnias, colores, ni banderas, hay que distraer a la población.
Para conseguir este fin, los políticos juegan al despiste, a la confusión, a la desorientación, conducen a los ciudadanos a su antojo y les llevan por el camino que les conviene a ellos, a los políticos.
La conveniencia de los políticos es y ha sido siempre el sometimiento.
Incluso en países donde el ciudadano se cree libre, porque vive en democracia, no lo es en absoluto, ya se encarga su gobierno de guiarle por los senderos adecuados.
Uno de los procedimientos más comunes para tener a un país comiendo de la mano de sus gobiernos es el del “bombardeo subliminal” de las mismas noticias, una y otra vez repiten lo mismo hasta la saciedad.
Mientras los ciudadanos solo piensan en esas noticias, no se cuestionan otras realidades que ocurren a su alrededor.
Otra distracción es el fútbol u otro tipo de deporte que mueva muchas masas, que levante muchas pasiones.
Mientras los ciudadanos solo piensan en el fútbol (u otro deporte), no se cuestionan otras realidades que ocurren a su alrededor.
Por supuesto no hay que olvidarse del consumo, hay que hacer que el pueblo gaste, ambicione, se hipoteque de por vida.
Mientras los ciudadanos están pendientes de cómo llegar a final de mes, no se cuestionan otras realidades que ocurren a su alrededor.
También otro método muy utilizado por los políticos, es hablar continuamente del pasado, no consienten que se olvide, sobretodo no les conviene que se olviden ciertos acontecimientos, ciertas fechas, ejemplos: Holocausto, II Guerra Mundial, Vietnam, 11 de Septiembre y un largo etc…
Acosan, abruman con estos acontecimientos una y otra vez, de manera incansable, con varios fines.
- Que no haya olvido ni perdón y que siga creciendo el rencor generación, tras generación.
- Anclar la mente del ciudadano en el pasado, para que no vea ni se cuestione los horrores del presente.
Y sí, la conclusión final, es que somos marionetas, meros títeres, manejados por hilos invisibles.
Y sobretodo no olvidemos que las telas de araña, también se rompen.
N. Angulo
Las llamadas "cortinas de humo" han sido usadas desde hace mucho, y es verdad que nos dan como un anestesiante para no ver la realidad, o para que sólo veamos lo que viene x fuera, sin investigar el corazón de cada situación que se da.
ResponderEliminarEs por eso que cada vez se invierte menos en la educación, aquí en latinoamérica. No es conveniente a los políticos que la población verdaderamente se instruya, aprenda, sepa.
Lamentable.