EL MUNDO AL REVES

Empiezo este post diciendo lo que reitero a menudo, voy a hablar y referirme a España, es el país donde he nacido, donde vivo y que conozco, posiblemente personas que leéis mis reflexiones desde otras partes del mundo, veréis semejanzas con lo que ocurre en vuestros respectivos países, pero yo, en esta ocasión hablo de lo que pasa aquí, en mi país.

Aclaro también que lo escrito aquí esta generalizado, todos sabemos que hay excepciones, menos mal.

Voy a empezar hablando de los gitanos.

En mí país si perteneces a la etnia gitana y lloras lo suficiente, el Estado te procura un bienestar considerable, hasta vivienda, en muchos casos.

Cuando los gitanos acuden, por ejemplo, al servicio de urgencias hospitalarias, como van en tropel y además chillan y molestan, pasan los primeros, aunque tú estés hecho polvo y lleves horas esperando que te atiendan.

Por supuesto sé que lo que digo no es políticamente correcto, pero estoy escribiendo lo que muchos piensan y no dicen. Pues yo si lo digo y además lo denuncio.

Evidentemente como los gitanos saben esto, es algo que practican con asiduidad y utilizan aquello del “que no llora no mama” y se pasan el día llorando y quejándose para no dar un palo al agua, no pagar impuestos y sin embargo verse beneficiados de todas las ayudas sociales habidas y por haber, eso si, los que no nos tragamos sus llantos y sus quejidos somos tachados de racistas, ¡tócate los pies!

En mi país, si eres un ladrón y llegas a cumplir condena, no siempre ocurre, al salir de prisión te haces famoso y te forras de pasta, esto es debido a que tenemos unas televisiones de muy baja calidad y sin principios…bueno…corrijo…tienen dos principios, audiencia y dinero. Contamos también con una prensa bastante amarilla y poco seria que pagan a esta gentuza por contar sus miserias.

En mi país si eres analfabeto o sabes lo justito, te haces famoso y te hinchas a ganar dinero demostrando eso, lo analfabeto que eres, por lo visto eso se paga y muy bien.

En mi país si eres un asesino, al salir de la cárcel y sin haber cumplido la pena integra,el Estado te ayuda con una paga hasta que encuentres un modo honrado de ganarte la vida, en ocasiones hasta con una vivienda en régimen de alquiler muy bajo o gratis, (no he podido contrastar la noticia, no hay información suficiente, esto lo he leído en la prensa).

En mí país si estás parado, el Estado te procura una paga mensual, ayudas para la educación de tus hijos, ayudas y más ayudas, que por cierto dicha paga ahora la van a dar por más tiempo.

Entre vosotros y yo y ahora que no me oye nadie, os diré que busco comerciales desde noviembre de 2009 pero me contestan que no les compensa trabajar, es obvio, viven con sus padres y cobran una paga del Estado, así ¿quién quiere trabajar?

Titulo este post EL MUNDO AL REVES, porque así lo veo, sobretodo el mundo de mi país, el contribuyente paga, ayuda y no se beneficia de nada.

España tiene muchos gastos y son gastos que se podían evitar.

Pagar una cantidad al parado está bien, durante unos pocos meses, después esa paga se debe anular o bien hacer un seguimiento del parado y observar si no quiere trabajar o tiene la mala suerte de no encontrar trabajo, por cierto, no creo en esa mala suerte, estoy harta de ver personas que no llegan a estar paradas nunca, porque trabajan de lo que sea con tal de hacerlo.

Por otro lado, los que trabajamos, los que cotizamos, estamos un poco hartos de ayudar con nuestros impuestos a los “desafortunados” y hartos también de que a nosotros no nos ayude nadie.

Esta sociedad nuestra tan solidaria hace que la solidaridad se convierta en injusticia, porque es una injusticia que si un contribuyente va a urgencias, entre cuando le llamen, es decir pasadas muchas horas y muchos gitanos chillones delante.

El contribuyente no tiene derecho a ayudas para pisos o similar, como no está en el paro, ni pertenece a una etnia minoritaria ni ha estado en la cárcel por violador, ladrón o asesino, el contribuyente paga, contribuye como su propio nombre indica, pero nadie contribuye a su bienestar, ni siquiera el Estado.

¿Dónde están los derechos del contribuyente o solo tenemos deberes?

¡Gracias Estado benevolente!, sigue ayudando a los ¿desfavorecidos? Con el sudor de la frente y el esfuerzo de los que sí trabajamos, de los que sí cotizamos.

Con tanta solidaridad y benevolencia por parte del Estado, espero que quede dinero en sus arcas para asegurarme la jubilación.

Pensándolo mejor y por si acaso, me haré un plan de pensiones, otro de jubilación otro de…

N. Angulo