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jueves, 16 de septiembre de 2010

¿Por qué?




Cuando me casé con mi ex lo hice enamorado de verdad, estaba loco por ella, bien es cierto que era un poco raspa, a veces excesivamente severa y autoritaria, pero yo veía esto como un mal menor y pensaba (incauto de mí) que ella iría cambiando con el tiempo, error, no se deben esperar cambios de una pareja ni pretender moldear su personalidad a tu antojo y por supuesto obviar estos defectillos, si algo he aprendido en estos años, es esta lección.

Después de los primeros tres años de matrimonio, que fueron idílicos a ratos y cegadores, la vida en común se fue convirtiendo en una batalla campal y llegó el desamor, si es que alguna vez hubo amor, cosa que ahora en la distancia, dudo.

Aun así, todavía mantuvimos el matrimonio otros cuatro años más, teníamos dos hijos, niño y niña, mis tesoros, mis motivos para vivir y luchar. Otra lección que aprendí es que no hay que intentar sacar adelante una pareja cuando no funciona y menos querer salvar un matrimonio concibiendo hijos, cosa que hicimos y que ahora estoy pagando; otro error, otra lección aprendida y que pretendo no olvidar.

A veces me preguntó qué falló, pareja joven, más o menos acomodada, los dos con trabajo y la parejita, ¿verdad que suena idílico, a familia feliz y perfecta?

El divorcio fue un infierno, etapas de mi vida que quisiera olvidar, pero lamentablemente no puedo, porque dejan huellas y quedan secuelas.

Me gustaría hacer un aparte para hablar de la justicia y de las leyes y tengo tantas y tantas preguntas, que además, nadie me responde ni me aclara, no sé si por ignorancia o por falta de interés.

Pero antes de las preguntas aclaro la situación que vivimos durante el divorcio.

Los dos luchamos a brazo partido para obtener la custodia de nuestros hijos, con el gasto de dinero, disgustos y tiempo que ello ocasionó.

Como teníamos bienes gananciales; reparto de casa, coche, enseres, recuerdos y un largo etc.… y por supuesto, llegar a un acuerdo, cosa que resultó difícil en grado sumo.

Si los dos amábamos a nuestros hijos, los dos teníamos trabajo y los dos éramos dueños por igual de la casa…

¿Por qué un juez dictaminó que ella se quedase con mis hijos, con la casa, con el coche?

¿Por qué tengo qué ver a mis hijos en régimen de visitas, pasar una pensión hasta su mayoría de edad y gastar más dinero, que no tengo, en recurrir esta sin razón??

¿Por qué he tenido que abandonar mi casa y volver a vivir con mis padres como si fuese un adolescente, por falta de recursos y hasta que esto se aclare?

Y por supuesto mi abogado recurrió y después de más meses, más dinero y muchos, muchos disgustos, consiguió:

Que el domicilio conyugal se ponga en venta y repartamos el dinero, o bien, si ella quiere quedarse con la casa, me compre mi parte, que es la mitad.

El coche, se lo queda ella, esto es decisión mía, estoy harto de pelear por todo, que se lo quede y le aproveche.

Y así llevamos años, gastando dinero, en este caso yo, que soy quien recurro una y otra vez estas injusticias.

Mis hijos siguen creciendo en este ambiente guerrero, sin entender nada, sobre todo que tengan que verme, no cuando quieren, sino cuando lo dice un documento.

En mi último recurso presentado, pido: Custodia compartida, de esta manera se eliminaría la pensión mensual y solo tendría que mantener a mis hijos y cubrir sus necesidades el tiempo que pasen conmigo.

Y he tomado una decisión, que será mi último recurso, estoy cansado, tiro la toalla, si esta vez la justicia no es justa…abandono.

Estoy en la ruina más absoluta, físicamente, mentalmente y financieramente, mi sueldo, mientras esto se resuelve, lo tengo que dividir en: manutención de mis hijos, hipoteca (todavía tenemos el piso hipotecado y pago mi parte aunque yo no haga uso y disfrute de la vivienda), alquiler, mis padres son mayores y pensionistas, les pago una cantidad al mes por vivir con ellos, lo llevan mal, pero no puedo consentir que se haga de otra manera. No soy ni la sombra de lo que era, tengo cerca de 40 años y vivo con mis padres, tengo una habitación en su casa, sin intimidad. Estoy tomando antidepresivos, me he ido quedando sin amigos, me siento presionado….triste, muy triste, solo, muy solo.

Mis hijos tienen 7 y 10 años y no quiero que me vean en este estado, no quiero que guarden de mí esta imagen que no es la real, que es circunstancial, pero que desgraciadamente está durando mucho y es la que ellos recordarán cuando sean mayores.

Me niego…me niego.

Prefiero dejar de verlos, renunciar, acabar con todo.


Nieves Angulo

NOTA: Este post es fruto de mi imaginación

1 comentario:

  1. En este tema, que injusta es la justicia por Dios!!! Animo y lucha por tu hijos, no los abandones por una madre así...

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