
Tengo amigas y amigos que viven solos.
Tengo amigas y amigos que viven con alguien y realmente están solos.
Tengo amigas y amigos que viven en compañía pero se sienten solos.
La soledad no deseada a veces confunde sentimientos , te lleva a confiar en personas no merecedoras de tu confianza, te lleva a querer a personas no merecedoras de tu amor, te lleva a buscar o creer en amistades que no son tales.
¿Quién no ha estado rodeado de gente y se ha sentido cómo un naufrago en una isla desierta?
¿Quién no ha estado solo, mirando una puesta de sol y se ha sentido inmensamente acompañado?
La soledad normalmente no se trata de estar solo o en compañía, va más allá, en un sentimiento.
El sentimiento de la soledad no es malo, sobretodo cuando se busca y se anhela.
La soledad física y psíquica por el contrario, cuando no se pide, cuando no se desea, cuando nos es impuesta, es un terrible lastre y un sufrimiento constante.
Hay una frase que he oído toda mi vida o por lo menos desde que tengo uso de razón: “No es bueno que el hombre esté solo”.
Ciertamente creo que no es bueno, sobretodo cuando no se quiere la soledad.
Reconozco que es maravilloso tener enfrente de ti unos ojos amorosos, que te miran, comprenden y te entienden.
Para mi, es reconfortante meterme en la cama en días fríos de invierno y arrebujarme debajo de las mantas y entrelazarme en ese cuerpo amado, de piel conocida y reconocida.
Me satisface enormemente tener una persona con la que debatir un tema preocupante y después llegar a un consenso o estar cerquita de alcanzarlo.
Me da felicidad poder apoyarme en el hombro de ese ser que lo pone a tu disposición desinteresadamente para que des rienda suelta a tus lágrimas en un día triste.
…..Y comentar libros, películas, noticias y estar o no de acuerdo, pero estar.
Me encanta reír hasta la hilaridad y las lagrimas con la persona que comparte tu vida y que solo ella y nada más que ella, sabe por qué y de qué te ríes en esos momentos.
....Y compartir silencios.
Estoy de acuerdo en que “no es bueno que el hombre esté solo”, pero con unos pequeños matices.
Siempre que la persona que comparta tu vida quiera libremente hacerlo.
Siempre que la persona que comparta tu vida te ame, admire y respete.
Siempre que la persona que comparta tu vida no invada tu espacio y quiera cambiarte.
Si esto falla amigos míos, bienvenida otra frase muy, muy conocida.
“Más vale estar solos que mal acompañados”.
N. Angulo